Facilitación Integral: parte 3 - Habilidades

👋 Hola de nuevo.

En el blog anterior empezamos a explorar algunas razones que, a juicio de mis más de 30 años de experiencia como facilitador de procesos grupales, nos hacen fallar en esta labor. 

La 1ª razón que identificamos fue que: la mayor parte de nuestra formación y de nuestro trabajo como facilitadores está enfocado en adquirir y aplicar técnicas, y no capacidades. 

Y, en este blog quiero abordar la siguiente razón por la cuál se no dificulta generar transformaciones verdaderamente integrales en nuestros grupos: 

❌ Pasamos por alto una dimensión supremamente importante de todos los seres humanos: nuestra dimensión interna. 

De la cuál hacen parte esas habilidades que quizás hayas oído mencionar mucho últimamente: las habilidades blandas. 

Este grupo de habilidades blandas (junto con las habilidades profundas) son un enfoque esencial para todo facilitador integral. 

Porque, se trata de esas capacidades emocionales, interpersonales y sociales que nos permiten interactuar, conectar y crear espacios de desarrollo con otras personas.

Algunas de estas habilidades son: la comunicación efectiva con otras personas, la capacidad de sentir y expresar empatía, el trabajo en equipo, la resolución de conflictos, la capacidad de adaptarse a los cambios, entre otras. 

Ahora, como puedes intuir, son vitales en todas las áreas de nuestra vida, porque de ellas depende la calidad de relación que tenemos con nuestra familia y amigos. 

🧩 Sin embargo, en nuestra labor de facilitadores de procesos grupales pueden ser la pieza que mantenga nuestra torre de jenga en pie, o la desplome. 

Me explico,. Cuando un facilitador integral se refiere a la comunicación, no está hablando del mero acto de transmitir una idea de manera verbal o escrita. 

Sino más bien fomentar un diálogo significativo donde todos estén genuinamente dispuestos a recibir la perspectiva de los otros. Sin importar si están o no de acuerdo con ella. 

Esto crea un ambiente de confianza y apertura, necesario para fomentar el “aquí mi opinión y mi trabajo son valorados, y se me permite ser yo mismo”. 

¿Qué pasa entonces si alguien en nuestra posición no desarrolla estas habilidades?

Habría una desconexión emocional generalizada entre los miembros del grupo, nosotros con ellos, y ellos con nosotros.  

Porque sin habilidades blandas es casi seguro que los participantes no se van a sentir conectados y escuchados. 

Cosa que da como resultado poco o nulo compromiso del grupo en avanzar hacia los objetivos propuestos. 

Otro escenario que podemos presenciar si ni nos esmeramos en entrenar habilidades blandas, es el de los teléfonos rotos, malentendidos y conflictos recurrentes. 

Porque la falta de comunicación efectiva y empatía son un gran abono para cultivar tensiones que en algún momento van a desembocar en un conflicto,  afectarán el ambiente de trabajo, el compromiso de todos y los objetivos del proceso. 

Ahora, para que te hagas una idea un poco más clara, imagina que estás facilitando una sesión de integración de equipo. 

Uno de los participantes, Javier, tiene una idea muy innovadora pero es tímido para compartirla. 

Sin habilidades blandas, podrías pasar por alto su aporte, y el proceso grupal perdería una gran oportunidad. 

Con habilidades blandas, sin embargo, podrías notar su incomodidad, ayudarlo a compartir su idea de una manera que él se sienta seguro y validado. 

Esto enriquecería muchísimo la sesión y motivaría a todos los demás a participar activamente de la dinámica. 

Mi objetivo al decirte todo esto es que comprendas que trabajar con personas requiere mucho más que una gran biblioteca mental con conocimientos y habilidades técnicas. 

Porque todos los seres humanos somos diferentes y maravillosamente complejos. Y en ese sentido, cada grupo requiere de un abordaje especial. 

Y si verdaderamente quieres generar transformaciones profundas y duraderas, no te puedes dar el lujo de obviar estas habilidades. 

Ahora, quiero despedirme pidiéndote que respondas a este correo contándome ¿cuál crees que sería tu principal reto al momento de entrenar estas habilidades para facilitar grupos? 

Me encantaría leerte, porque probablemente tu respuesta guarde relación con el tema del siguiente blog (y esta frase de abuela): “cada cabeza es un mundo”. 

Con mucho cariño, 

Raúl. 

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