[1/3] 🤯 Cuando mi hija me enseñó que la comunicación es como un gran Iceberg.
🙌 Hola! Este es el 1º de nuestros blogs sobre Comunicación Trascendente, y no sabes el gusto tan enorme que me da saber que ya me estás leyendo.
Te confieso que el tema del que voy a hablar hoy, o más bien la historia que quiero contarte, se me coló sin darme cuenta.
Porque es probable que uno de los motivos por los que te inscribiste a nuestro Seminario de Introducción al Sistema de Comunicación Trascendente sea de tipo profesional.
Entonces, quise iniciar contándote una de tantas experiencias que viví en mis más de 30 años de trayectoria como experto en procesos de diálogo y transformación colectiva.
Pero vino a mi memoria una experiencia más íntima, cuya protagonista principal es la persona más importante de mi vida: mi hija Valeria.
👨👧Cuando Valita (como le digo de cariño) estaba pequeñita, todos los días apenas llegaba del colegio yo solía preguntarle cómo le había ido y si necesitaba ayuda con algo.
Era parte de mi rutina como papá. Sin embargo, un día noté que llevaba días muy distante, respondiendo a mi cuestionario de rutina con monosílabos o palabras cortas.
(Si eres mamá/papá entiendes que ese tipo de circunstancias pueden llegar a descompensarnos mucho)
Intenté analizar la situación para entender qué podía estarle pasando. Enfaticé más las preguntas, probé otras, cambié el tono, etc.
Ella escuchaba lo que yo le decía y también podía entenderlo, pero sus respuestas (que yo también escuchaba y creía entender) eran las mismas.
Hasta que cierto día llegó con su libreta escolar en las manos y tuvimos una discusión (con potencial efervescente) sobre su rendimiento escolar.
🔎 Y en medio de un cruce de palabras medio subidas de tono, me detuve, tomé aire y volví a preguntarle “¿Valita qué te pasa? ¿Está todo bien? ¿Necesitas ayuda con algo?”
Me miró con esos ojitos desarmantes que tienen los niños y luego me dijo: “Todo está bien, pa’. No necesito ayuda con nada. Puedo sacar mi escuela adelante”.
Su respuesta tocó alguna fibra muy finita dentro de mí y en lugar de seguir insistiendo o indisponerme más, me senté en silencio junto a ella.
Después de un rato simplemente comenzó a llorar y me confesó que se sentía muy abrumada por la presión de cumplir con mis expectativas. Porque no quería decepcionarme.
Ese fue uno de tantos momentos en los que pude ver casi literalmente que la comunicación humana es como un enormísimo iceberg.
En el que la parte visible –y a la que más le damos importancia– son las palabras.
💡 El problema es que, la parte sumergida es la que verdaderamente nos permite conectarnos de corazón a corazón. Y justo de eso voy a hablar en el Video # 1 de preparación:
Más allá de las palabras: descubre la arquitectura secreta de tu comunicación
Cada vez estamos más cerca de iniciar nuestro ciclo de talleres.
Recuerda que también puedes escuchar la versión podcast en tu plataforma preferida, tocando el botón: 👇
Versión podcast del video # 1 ▶
Cada vez estamos más cerca de iniciar nuestro ciclo de talleres.
Ahora, no creas que me voy a ir dejándote la historia mocha: claramente tuvo un final feliz.
Tras reponerme de ese poncherazo de agua fría que fueron sus palabras, comprendí el regalo que me había hecho, y le di la gracias por enseñarme.
También le hice saber que lo único que quería hacer en mi vida era amarla y cuidarla.
❣ La enseñanza de esta experiencia fue que la verdadera comunicación ocurrió cuando dejé de hablar…
Hice silencio (conscientemente, desde el corazón) y abrí el espacio para que Valeria expresara lo que realmente sentía.
De ahí el título del video. Te sugiero verlo o escucharlo ahora mismo porque: allí vas a poder ver con claridad que:
Todo lo que dices es solo una pequeña parte de un sistema más complejo de emociones, intenciones y energía compartida que sostienen tus relaciones.
Y, ya para irme, te recuerdo que estos 3 videos preparativos son requisito para recibir tu certificado de participación en el evento.
🤗 No siendo más, te envío un fuerte abrazo.
Con aprecio,
Raúl.
